En el primer blog a modo de introducción hemos visto un escueto bosquejo sobre que se considera turismo y lo cercano, históricamente, de la práctica, propiamente dicha, del viaje de placer. Pero el viaje turístico actual no se limita al placer pasivo de observación de paisajes naturales o urbanísticos. Cada vez hay más partición activa. Es verdad que en playas de ríos y mares ha habido desde siempre bastante actividad en el agua con los simples juegos de entradas y salidas y natación. Lo mismo puede afirmarse de la actividad en las sierras donde las cabalgatas, largas caminatas y ascensiones exigen bastante actividad. También es antigua la práctica del esquí en las montañas. Pero todo aquello se ha potenciado en los últimos años. En los ríos, con esquí acuático y windsurf a más de rafting y kayak en los de montaña. En las costas playeras del mar, hay competencias institucionalizadas de voley y fútbol y en el mar surf y buceo. Esta última actividad se practica también en los fríos lagos de Bariloche. Las montañas han sumado el mountain bike, parapentes y prácticas de escalamientos. También los misteriosos interiores de las cuevas y grutas atraen turistas guiados por espeleólogos. El trekking, versión moderna de las caminatas, ahora con calzados especiales y con capital en El Chalten. El turismo de aventuras en sus diversas formas —actividad que suele ser muy exigente— se practica en muy diferentes espacios geográficos accidentados. Las selvas, aparte de las observaciones, han incorporado el canopy, actividad tarzaniana, por ser el desplazamiento entre plataformas ubicadas en las copas de los árboles, por diferentes medios, tales como, cuerdas, tirolesas, etc. Todos estos deportes y actividades exige a quienes los practican el desplazamiento a diferentes zonas geográficas que a la vez permite disfrutar del ámbito turístico en los que generalmente se encuentran estos lugares. La pesca no está al margen de las prácticas deportivas y turísticas.
Hay una modalidad que poco a poco se va imponiendo y que si bien puede aparecer como turismo pasivo, en realidad es una actividad muy significativa, porque no sólo actúa para la satisfacción actual, sino también para el futuro. El sano criterio ecologista, al margen de especulaciones políticas, ya es motivo de preocupación turística. Entre las distintas modalidades que se practican en la actualidad, el ecoturismo o turismo ecológico, es una forma responsable y comprometida con los principios de las actividades sustentables. La responsabilidad de quienes lo practican lo es con la naturaleza, respetándola, manteniendo todo aquello que es necesario preservar y utilizando lo necesario con la consiguiente reposición. La preservación y reposición aseguran el derecho a disfrutar de la naturaleza a las generaciones futuras.
Además, el turismo, aparte del placer de viajar, observar paisajes y practicar deportes propios del medio que se visita, aporta conocimientos sobre distintos geográficos y aspectos históricos y culturales actuales. Se destaca entre éstos últimos, el contacto con personas de las más diversas etnias. Se espera aportes y comentarios.
Ernesto.
diciembre 06, 2006
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