Pequeños estados enclavados en otros mayores,
se han transformado en sitios turísticos muy visitados.
Previo a tratar el fenómeno turístico en los pequeños estados europeos llamados micro estados, debe aclararse que esta calificación no es antojadiza ni peyorativa, por cuanto surge de una auto denominación. La misma fue dada por los representantes de las pequeños soberanías política del continente que participaron en Andorra de una conferencia en 1987 con fines de intercambio cultural, económico e intereses políticos comunes.
De éstos, trataremos tres modelos, La Ciudad del Vaticano con 0,44 Kms². dentro de la ciudad de Roma. El Principado de Mónaco con 1,95 Kms². en la llamada costa azul del mediterránea, que es una especie de muesca en el sudeste del territorio de Francia en la región de los Alpes Marinos. La Serenísima República de San Marino, de 61 Kms², sobre el monte Titano, que forma parte de los Apeninos italianos en la falda que mira al Adriático. El Vaticano tiene un poder de atracción especial, aún cuando potenciado por el turismo, pero los otros modelos, aparte del conocimiento que se tiene de ellos por su histórica, en la actualidad están gozando de un verdadero Boom Turístico.
A título informativo cabe señalar que los otros micro estados europeos son: El Principado de Liechtenstein, 160 Kms² con su territorio apoyado sobre el río Rin entre Suiza y el Tirol de Austria; la República de Malta, que, entre la isla principal de ese nombre y cuatro menores en el mediterráneo entre Sicilia y África suman 316 Kms².; el Principado de Andorra, con 500 Kms² de valles en los Pirineos entre España y Francia y el Gran Ducado de Luxemburgo situado entre Bélgica, Francia y Alemania que es el de mayor superficie con 2.586,4 Kms².
Por otra parte debe también aclararse que a la auto denominación de micro estados se adicionó la indicación de europeos, ya que no es el único continente en el que hay estados pequeños que podría alcanzarles la misma denominación, ya que por el proceso de descolonización de territorios ocupados por las potencias europeas, en particular facilitado por la aplicación del Commonwealth Británico a muchas de sus ex colonias, surgieron muchos pequeños estados, principalmente insulares en el Caribe o Antillas y Oceanía.
Pero a diferencia de los europeos que se auto denominaron y son un número determinado, establecer cuantos o cuales son micro estados a escala mundial, será arbitrio. Si la pauta límite, fuese el mayor de los micro estados europeos, tendríamos que dentro de esta superficie estarían comprendidos tal cantidad de nuevos pequeños países, que su tratamiento sería fuente para un libro de geografía política.
Ahora vamos al turismo. Ya conocemos las escasas superficies territoriales de los tres estados más pequeños, no sólo de Europa, sino a escala mundial que por lógica son producto de una historia. Además, todos los productos culturales son producto de un proceso histórico, por lo tanto se descuenta que un bosquejo de este aspecto, del país que se visitará, un buen turista, no puede ignorarlo. Conocer la historia de lo que se observa es ampliar y valorizar este objeto por parte del sujeto.
Nos sucede con una pieza de museo. Si tiene una nota o un guía nos explica el origen, sabremos el fundamenta del porque la pieza ocupa un lugar en la sala. Si un palacio nos deslumbra por su arquitectura y decoración, si conocemos su historia, nos apasionará. A todo esto debe agregarse que aparte de la historia política, las hay de fe y también de amor.
Hoy toda la producción cultural de esos micro estados, está adaptada a los diferentes intereses actuales de contemplación artística y de consumo y es objeto de oferta turística que resulta ser muy demandada..
Comencemos con la Ciudad del Vaticano, donde los turistas se deslumbran de la monumentalidad, belleza arquitectónica, artística y los de fe católica, por la sola razón de estar en la basílica de San Pedro y quizás tener la oportunidad de ver al Santo Padre, el Papa. Pero como la fe católica es una religión histórica por excelencia, ésta será la que nos explicará el porque esa llamada ciudad es un estado y está dentro de otra ciudad de otro estado. Después, para adelantar el gozo de lo que verán los que la visiten, y el grato recuerdo de aquellos que tuvieron la dicha, se tratará de describir —cosa que no es fácil dado las características de la realidad— algunos de los tesoros que encierra.
Santa Sede es el nombre oficial del Estado de la Ciudad del Vaticano. Es la Silla del obispado del Papa, que es la preeminente a toda otra Sede Episcopal. Es la Santa Sede del Pontífice que se encuentra en la “Ciudad” del Vaticano, como símbolo de la ciudad de Roma, porque el mantenimiento de la sede pontificia en Roma responde a la historia y tradición de la misma y la institución papal. La tradición se inicia en el siglo IV, a partir de la conversión de Constantino, salvo las siete décadas en Avignon durante el siglo XIV y otras alternancias menores, los papas ejercen su poder espiritual y temporal desde Roma.
Hasta el siglo XV estaba ubicada en el palacio de Letrán. El Papa Nicolás V muda la sede oficial al palacio del Vaticano, nombre de la colina de los vaticinios. Desde allí emanan las directivas de servicios necesarios para la salud espiritual de la feligresía del ecumene católico y la lógica administración temporal. Antiguamente el poder temporal abarcaba territorios de la actual Italia y los disputaba con los príncipes europeos, de allí las murallas que rodean al Vaticano. A raíz de una de estas guerras, en 1527 sufrió el saco de Roma por las tropas del emperador Carlos V que no eran bárbaros pero la saquearon bárbaramente.
Con la Revolución Francesa, Napoleón, y la unificación de Italia en 1870 que declara a Roma capital de Italia el poder temporal del Papa quedó reducido al Vaticano donde se encerró y se consideró prisionero. Recién en 1929 por medio del Tratado de Letrán (Pío XI – Mussolini) El Papa reconoce a Roma capital de Italia y le es reconocida la plena soberanía del enclave del Vaticano y otros templos y palacios. También fuera de ella, como la residencia veraniega de los papas, el palacio de Castel Gandolfo, junto al lago Albano.
El Vaticano no es sólo la imponente Basílica de San Pedro con la cúpula diseñada por Miguel Ángel que alcanza los 132,5 metros de altura y el baldaquino de columnas retorcidas, hecho en bronce tras cuatro años de trabajo por Bernini frente al altar y sobre la tumba del primer Papa que se puede bajar a visitar. La plaza con la columnata que la rodea frente a la basílica que le sirve de portal de entrada, también lleva el nombre de San Pedro, es otra obra de Bernini. El obelisco egipcio que se encuentra en el centro, simboliza el martirio y crucifixión que sufrió Pedro en el circo de Calígula, (o de Nerón) donde estaba este obelisco traído de Heliópolis.
El Vaticano es también sitio de palacios con salas de arte, bibliotecas con incunables y otras reliquias. La Capilla Sixtina, en sus paredes laterales luce, de una lado, escenas de la vida de Cristo y en la otra de Moisés, obra de varios pintores, entre ellos Botticelli, mientras que en la bóveda a 20 metros de altura los frescos de Miguel Ángel representan trescientas figuras humanas que simbolizan pasajes de la Biblia y está rematada sobre el altar con el juicio final. Para un placer más, puede comentarse que se puede tener el privilegio de observar a la entrada de la basílica, La pietá, única obra firmada del artista.
La guardia suiza es simbólica, la seguridad está agiornada, a cargo de una empresa privada de seguridad. Cada año millones de personas, destacando que de todos los credos, visitan la ciudad Roma e ingresan a la Roma del Papa, El Vaticano, cuyos recursos principales son la gestión financiera y el turismo.
A partir del proverbio de Gracián que reza “Lo bueno, si breve, dos veces bueno” surgieron otros alternativos ajustándose a determinados intereses, como el que dice que todo lo bueno viene en frasco chico. Tomando una nueva versión libre del proverbio, para caracterizar al Principado de Mónaco bien podríamos decir que lo bueno, pequeño, resulta más que bueno ¡Muy bueno! Porque así es Mónaco.
Es el segundo estado de menor extensión después del Vaticano, sin embargo, es un mundo turístico. Tiene la particularidad de presentar el glamour de la gala que deja recordar otros tiempos en los salones del casino o en algunos restaurante, pero con la paradoja de que ahora hasta las princesas visten jean. Es parte destacada de la turística Costa Azul del Mediterráneo a sólo 15 Kms. de Niza.
Es una joya que no surge del labrado de una piedra preciosa, sino de una roca, porque así es su suelo y por ello fue conocida en la historia como la Roca de Mónaco, una estribación de los Alpes que recibe el choque de las olas, promontorio de unos 60 metros sobre el nivel del mar que fue habitada desde la antigüedad por nativos ligures y fenicios de quiénes, por un templo a su dios Minoikos, deriva el nombre.
Toda la ciudad es un sitio turístico, aún cuando hay distritos con ciertas características propias. Mónaco Ville es la capital. Aquí se encuentra, en la parte más alta del territorio, el palacio de los príncipes, antigua fortaleza remodelada que aún conserva sectores con sus características de función militar defensiva. También se yergue la catedral de fines del siglo XIX de bella arquitectura y decoración interior que, además, es panteón de la familia real.
Montecarlo es el distrito residencial y turístico con las playas, que no se destacan por su extensión pero sí por la moderna arquitectura que la respalda. En Montecarlo se encuentra el famoso casino, que es un verdadero palacio, obra de Charles Garnier, arquitecto que construyó la ópera de París. Quizás por eso el edificio del casino, además de suntuosos salones y salas de juego, alberga la ópera de “Monte-Carlo”. Años atrás, el juego de azar, principalmente por el de estas salas, era la principal fuente de recursos. Ahora ha sido superado por la recepción turística.
La Condamine, es el distrito comercial con mucha presencia de productos artesanales y en el que se encuentra el puerto principal, donde se puede observar una gran variedad de portentosos yates. Acorde con la zona se encuentra el visitado Museo Oceanográfico. La avenida costera del distrito, todos los años pasa a ser circuito para el gran premio automovilístico de fórmula 1. La Fontvieille, en el extremo sudoeste, es un área caracterizada por una incipiente radicación de industrias de tecnología avanzada no contaminantes que también tiene un puerto menor.
En 1997 la dinastía Grimaldi, festejó 700 años de continuidad dinástica por cuanto en 1297 la Roca de Mónaco cae en señorío de esa familia de origen genovés. Con el correr del tiempo el señorío logra independizarse, estatus que pasará por tiempos de pérdida y restitución por efecto de los avatares de la historia europea.
Más arriba se señaló que en la iglesia catedral se encuentra el panteón de la familia real. En el mismo se encuentran los restos de la llamada Princesa Gracia de Mónaco que en vida fuera Grace Patricia Kelly, ex actriz norteamericana que al contraer matrimonio con el Príncipe Rainiero y tener descendencia hereditaria, salvó la independencia del principado que de lo contrario debía integrarse a Francia. La Princesa Gracia falleció en un accidente automovilístico en 1982.
Cerramos con algunas informaciones del país de unos 30.000 habitantes de los cuales sólo una quinta parte son nativos, el resto son en su mayoría franceses y de otros países principalmente europeos. El idioma oficial es el francés pero se habla un dialecto regional.
El turismo es la mayor fuente de ingresos del principado y se caracteriza por ser exclusivo para alto nivel, que lo evidencian la categoría de sus hoteles, los yates anclados, y el nivel del juego en el casino. Otros detalles del país de los monagascos son fáciles conseguirlos, pero lo que no es fácil conseguir es la felicidad que gozan: No pagan impuestos.
Cuando se visita Europa, uno de los clásico sitios elegidos es Venecia, y, en general, por lo menos para los turistas argentinos, es la única vez que se está en la península itálica frente al mar Adriático. Quizás muchos no lo habían pensado y que, además, algo más al sur, siguiendo la costa adriática, se llega a Rímini. Esta hermosa ciudad es el escalón para subir a la Serenísima República de San Marino dentro de la misma Italia.
Sí, realmente hay que subir, porque esta pequeña república está ubicado en un desprendimiento hacia el este de los Apeninos en la cumbre del monte Titano de 739 mts. Sus tres famosas fortalezas medievales están asentadas en las tres cimas en las que culmina el monte, a las que rodean el casco histórico que es el centro de la capital, llamada San Marino. En las faldas, en un radio cuya superficie no llega a 62 Kms²., otros ocho pueblecitos, cual más pintoresco, también llamadas castillos, según la organización administrativa, completan al país.
Sobre su origen, nombre y fundador, hay versiones laicas y del santoral católico (4 de setiembre). Según esta última, su nombre deviene del santo que antes de ser beatificado, había sido un joven perseguido por cristiano que se refugió en el monte. El joven provenía de la zona costera al mar por lo que fue llamado Marino. En el monte llevó una vida de anacoreta y construyó una iglesia. A su alrededor, con otros cristianos quizás en la misma situación, fundó un pueblo que llegaría a ser la capital de la actual república.
La visitan anualmente más de tres millones de turistas por año. Estos se deleitan en caminar por las empedradas y estrechas calles de una ciudad medieval y renacentista fortificada, en la que no circulan automóviles, pero que se vive plena vida contemporánea. Esto es así porque tanto la arquitectura bélica defensiva, como la religiosa y residencial de aquellas épocas, hoy son museos, negocios y restaurantes, envueltos en un gran bullicio de los permanentes espectáculos y ronda de la guardia que lucen coloridos uniformes típicos.
También, periódicamente suenan cañonazos sin carga balística, cuyo estruendo se pierde en el paisaje que se observa, hasta el mar, desde las distintas torres de las fortalezas, todas al borde de peñones o cornisas que dan al vacío. En ellas, como se ha adelantado, hay museos de arte sacro, como el de San Francisco en un antiguo monasterio y de hecho también es bellísima la iglesia. De armas antiguas lo tenemos en el edifico de La Cresta. El de los emigrantes en un hermoso palacio. El arte contemporáneo tiene su atractiva galería y también es museo el palacio de gobierno. Pero, además, el de automóviles antiguos que incluye la Colección Maranello de vehículos Ferrari. Y aquí es acorde recordar que en San Marino se corre una fecha del gran premio de fórmula 1 internacional.
La gastronomía es ponderada y la noche también está dedicada al turismo. La hotelería, presenta algunos de esos hoteles cuyos edificios tienen el encanto de haber sido antiguas residencias adaptadas a las exigencias de confort actual. El turismo es la gran fuente de ingresos de la república, pero para terminar, un comentario. En Italia dicen que aparte de su bellaza natural y edilicia, muchos la visitan porque es un paraíso fiscal.
La población es de aproximadamente treinta mil habitantes cuyo idioma oficial es el italiano, pero hablan un dialecto local. De su gobierno republicano, aparte del judicial y legislativo se destaca que el ejecutivo lo ejercen dos capitanes regentes, duplicidad que recuerda a los dos cónsules de la roma antigua y por otra característica a los ingleses, porque no tienen constitución escrita.
Bueno no cabe duda que estos tres micro estados tienen una gran variedad de sitios de interés turísticos, muy bien explotados, que van desde lo religioso, hasta los paisajes naturales, pasando por arquitectura antigua y moderna, gastronómica y nocturna. Por otra parte esto queda aseverado por cuanto entre las principales fuentes de ingresos de los tres estados, el turismo es fuente principal.
Fin.
noviembre 08, 2007
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