febrero 15, 2007

Turismo y parques nacionales. Primera nota de dos.

Aparte de otras características que veremos más adelante, todo parque nacional es un área territorial reservado para protección ecológica en forma sustentable y sitio de observación turística. Entre los parques nacionales y el turismo hay una directa relación en razón que esas reservas territoriales ofrecen hermosas paisajes que no sólo cumplen función de contemplación. Ofrecen conocimientos sobre la morfología geográfica, efectos de la erosión, la flora, fauna y aspectos étnicos y culturales en caso de incluir comunidades nativas. Aparte de los beneficios a turistas son de utilidad para la educación de niños y adolescentes. Las reservas, salvo períodos de recuperación natural, no pueden quedar ocultas. Algunas ya lo estuvieron por falta de accesos.

Proteger el estado natural en determinados territorios es una función inalienable de los gobiernos. Les es también obligatorio, prestar los medios para que la población pueda visitarlos para disfrute o conocimiento de ese patrimonio natural. La solución al riesgo de la depredación o deterioro es un eficiente control no sólo de vigilancia al accionar de los visitantes, sino de los medios e instrumentos de penetración, recorrido y estancia. Estos son los transportes, senderos, señalización, instrucciones, centros de interpretación, áreas de descanso, servicios sanitarios y gastronómicos. En caso de concesiones, los organismos estatales deben proyectar los controles a los concesionarios de otorgar los servicios y explotación turística.

La sustentabilidad de los recursos naturales se logra por intervención de varios factores. Estos van desde el nivel de comportamiento de la población a las gestiones y puesta en práctica de los medios señalados en el párrafo anterior, más todos los necesarios por parte de órganos competentes. Así el resultado será una utilización actual satisfactoria y responsable que no dañe el patrimonio natural para poder ser disfrutado por las generaciones futuras. La correcta aplicación del criterio, no es más que un camino para poder ser recorrido por el turismo futuro.

Las reservas territoriales para preservación en estado de naturaleza, datan de tiempos antiguos, que en general lo eran para cotos de caza. Pero también se sabe de algunos para preservar fauna y flora. En la India, en el siglo III a.C., del rey Asoka, que se convirtió al budismo y lo impuso como religión, se conocen edictos para protección de animales silvestres. Los reyes de Polonia Segismundo I y II que gobernaron en el siglo XVI y el III, hasta principios del XVII, protegieron el área en el que quedaban los últimos ejemplares de uros, bóvidos europeo, que fueron alimento de comunidades muy antiguas y de los que desciende el ganado vacuno actual En Sri Lanka, isla de Ceilán, el bosque de Sinharaja que hoy es Patrimonio Natural de la Humanidad es considerada una de las más antiguas reservas que se conocen.

Pero el criterio, ampliado a los objetivos actuales, comienza a mediados del siglo XIX y se expande en las primeras décadas del XX. En 1871, en los EE.UU., se crea el primer parque nacional. La tradición indica como gestor de la idea al pintor George Catlin que pintaba las praderas y sufría su devastación. En razón de esto último, en 1932 publicó un pedido de reservas de tierras con sus búfalos y los indios para que en el futuro, un parque nacional, represente la naturaleza de la nación con todo su salvajismo y belleza natural. El pedido fue tomando cuerpo hasta que en 1864 tuvo eco positivo, creándose una reserva en el valle de Yosemite, el de las sequoias gigantes, que quedó al cuidado del estado de California.

En 1870 una comisión de 12 notables personalidades visitó el lago y la región de Montana donde se encuentran las termas producidas por el encuentro de aguas subterráneas y lavas volcánicas que produce los atractivos géiseres. En el mismo campamento el juez Cornelio Hedges, consideró que el área no podía estar en manos privadas sino reservada para parque nacional. En 1871 el estado federal tomó el asunto y creó el Parque Nacional de Yellowstone. En 1890, después de resolver problemas de jurisdicción e intereses privados se creó el de Yosemite. En 1912 este país registraba 40 reservas entre parques nacionales y de los estados. En 1916 sentaba el criterio de sustentabilidad al declarar que los parques nacionales deben estar protegidos para el disfrute de las presentes y futuras generaciones. Criterio adoptado y aceptado a nivel internacional en la década de 1960.

En Canadá la creación del parque del vecino país, tuvo eco y al suroeste del país, en las montañas rocosas, provincia de Alberta, en 1885 se creó el actual Parque Nacional Banff. Sin embargo, algunos autores consideran al segundo parque nacional al Real Nacional de Australia, bosques al sur de Sydney que en 1994 sufrieron un voraz incendio que casi lo consumen por completo. En Europa occidental la creación de parques es tardía por la alta densidad poblacional con relación al territorio y escasez de tierras fiscales. Suecia encontró la solución en un área de su extremo norte: Laponia, donde en 1909 se crea el P.N. Abisco. En 1914 es Suiza quien crea su parque nacional. Pero como sabemos, en Polonia y debe agregarse Rusia al ocupar parte del territorio de ese país, hay antiguos antecedentes de reservas naturales. También de Europa, debe destacarse que en 1874 (Para algunos autores en1861) se produce la reserva oficial de los bosques de Fontainebleau.

De Asia ya se ha hecho referencia con Sinharaja y en la actualidad hay muchos parques nacionales en los diferentes países. De este continente podría comentarse que el Himalaya, con su Everest de 8.848 de altura, la mayor del mundo, se protege solo. En Africa, las reservas, con fines de coto de caza son anteriores a la intervención europea. En la época colonial las primeras reservas serán en Sudáfrica. Contra lo estimado, en muchos lugares del continente, las reservas se ampliaron tras la independencia de las naciones africanas. A igual que los bosques en Europa, en Africa los grandes animales sufrieron una gran depredación. Muy próximos a la extinción, algunas especies se salvaron dentro de las reservas de los buscadores del marfil de elefantes y rinocerontes y de los safaris, tours de aventuras para caza mayor, divulgados graciosamente por la cinematografía.

En parques nacionales la Argentina es pionera en Sudamérica y se cuenta entre los primeros países en el mundo que crearon áreas protegidas bajo el control de la más alta autoridad nacional. Esto último es un aspecto de importancia. EE.UU. tuvo grandes problemas con muchos de los territorios reservados hasta que fueron federalizados. Problemas que también se plantearon aquí. El origen de los parques nacionales argentinos, tiene su punto de partida en una histórica donación. Fue la de Francisco Pascasio Moreno, el Perito Moreno, en la zona del lago Nahuel Huapi.

Fueron tres leguas cuadradas de una parte del territorio que le fuera cedido por el gobierno nacional por sus trabajos de límites realizados en la zona y sus exploraciones anteriores. "Al hacer esta donación emito el deseo que la fisonomía actual... no sea alterada" Manifestaba el Perito en su nota mediante la cual efectuaba el ofrecimiento en 1903. Según los biógrafos del Perito, éste no logró tomar posesión de sus tierras, pero sí otros. Además, había propiedades por los repartos y ventas posteriores a la conquista del desierto. A pesar de ello, en los años siguientes a la donación se reservaron miles de hectáreas más con el fin de ser destinadas a un gran parque nacional que en 1922 se concretó como Parque Nacional del Sud.

En esa época, la idea de proteger determinadas áreas del país ya rondaba las esferas oficiales. Un año antes de la donación de Moreno, se encomendó al paisajista Carlos Thays, que había diseñado el parque urbano de Palermo en Buenos Aires y luego también el de varias ciudades del interior, a estudiar la posibilidad de un desarrollo turístico en la zona de las cataratas del río Iguazú. En un ejemplar de la revista Caras y Caretas de 1902, Thays publicó la recomendación de protección del sitio para un parque nacional. Sobre la base a su informe oficial, años después, en la década del 20, bajo las presidencias de Hipólito Yrigoyen y Marcelo T. de Alvear, coincidente con las gestiones del parque en el sur, se expropiaron los terrenos que eran de propiedad particular, para crear otro parque nacional y se instaló un hotel frente a los saltos.

En 1934 se dictó la ley de parques nacionales y nació como Dirección, la hoy Administración de Parques Nacionales, (APN) con dos parques, el Nahuel Huapi, ex del Sud y el Iguazú, de reciente creación. Su primer presidente fue Exequiel Bustillo, que, según lo manifestó, por un relato escuchado en un hotel de París, a su regreso al país fue a visitar la región del lago Nahuel Huapi. Quedó impresionado de su belleza y se puso a trabajar en comisiones previas hasta llegar a gestionar la ley y presidir el organismo a cargo de los parques nacionales. Pero su acción se desarrolló muy a favor del Nahuel Huapi tomando como centro de operaciones a Bariloche, donde no quedan dudas de su accionar.

Había muchas diferencias de posibilidades de desarrollo en estos dos primeros parques. El del sur era de geografía que permitía su ingreso. Al año siguiente de la creación del parque llegaron las vías de la línea del ferrocarril. En 1938 se construyó en madera, el lujoso hotel Llao Llao, que incendiado al año siguiente se lo volvió a reconstruir en 1940. En cambio, al territorio de Misiones, sólo se llegaba en una semana de viaje en barco. Desde el destacamento militar de Pto. Aguirre, en la desembocadura del Iguazú al Paraná, muy cercano al posterior Pto. Iguazú, pero que por extensión ya llegó al hito de las tres fronteras, al hotel instalado cerca de los saltos en 1920, se llegaba a través de una picada abierta en plena selva. Incluso después de ser oficialmente Parque Nacional, las mejoras se fueron realizaron muy lentamente.

Pero en el sur, en 1937 se crearon otros 4 parques en zonas de indudable belleza y amenazadas de talas de bosques y extinción de los ciervos autóctonos, el pequeño pudú y el huemul. Los grandes ciervos dama, axis y colorado, son foráneos, introducidos por propietarios del lugar. Los parques creados fueron: Lanín, en el que se impone su volcán; Los Alerces en zona de Esquel; Perito Moreno y Los Glaciares, ambos en Santa Cruz. También en esa época tuvo su origen como reserva administrada por la DPN, el que hoy es el Parque provincial de las Termas de Copague en Neuquén, integrado por dos sitios naturales. Estos son, las termas al pie del volcán Copague y el cercano bosque de araucarias y actual centro de esquí de Caviague. La Hotelería de ambos hace honor a la ley 12.103 de parques nacionales que en su articulado hace referencia a la necesidad de incentivar el turismo.

Salvo los parques nacionales históricos, no es objetivo de este trabajo, con sus ubicaciones y características, a los más de treinta creados hasta la fecha bajo jurisdicción nacional, porque también deberían sumarse los protegidos por las provincias. Además de los parques nacionales y provinciales, existe una gran cantidad de territorios protegidos y en reservas dependientes de uno u otra administración que son muchas e importantes y que han tomado muy variadas denominaciones de acuerdo con su función u objetivos. De todos modos en la segunda nota se ampliará sobre este aspecto cuantitativo y cualitativo de parques y reservas en el país.

Concluyo esta primera nota, de la que espero comentarios. En la segunda se tratarán aspectos más modernos, tanto de parques nacionales argentinos, como la creación de la Escuela de Guardaparques y la idea del concepto en el ámbito mundial. También la mayor interrelación con el turismo. De este fenómeno se reseñara la aparición del turismo social en la Argentina. Se citarán fuentes bibliográficas. Rosario, 13 de febrero de 2007
Ernesto.